Cuatro consejos para ahorrar en calefacción

1. Conseguir la temperatura ambiente óptima

Cada grado menos ahorra energía y, por tanto, costes. Según la estimación, se ahorra hasta un 6 % de energía por grado y, por supuesto, el dinero correspondiente. En el salón, las temperaturas entre 19 y 21 grados son óptimas. En los baños puede ser un poco más, entre 21 y 23 grados. En cambio, en los dormitorios y las cocinas es suficiente con 16 a 18 grados. Sin embargo, no debe ser inferior a 16 grados, porque entonces aumenta el riesgo de producirse moho.

Por la noche y cuando no hay nadie en casa, se puede bajar la temperatura en todas las zonas. Consejo: baje la calefacción media hora o una hora antes, ya que seguirá generando calor durante un tiempo. Esto también supone un ahorro de energía. Sin embargo, las habitaciones no deben dejarse enfriar completamente durante una breve ausencia. Volver a calentarlas puede consumir más energía que mantener una temperatura constante ligeramente inferior.

2. Mantenga las ventanas y las puertas bien cerradas

Mantener las puertas cerradas en la vivienda: con las puertas cerradas apenas se escapa el calor de las habitaciones. Los burletes para las puertas también ayudan a mantener el calor en la habitación. Una toalla enrollada también sirve como burlete tapando las rendijas de las puertas.

Las persianas o cortinas deben cerrarse al anochecer (o incluso durante el día, cuando las habitaciones no se están usando). Esto puede reducir la pérdida de calor en las ventanas hasta un 20 %. Además, las tiras de sellado, que se encuentran en tiendas de bricolaje, son un elemento que se ha demostrado que aumenta el aislamiento térmico, especialmente en las ventanas mal aisladas.